bordadas entre un cielo de zafiro.
pasean por el éter, dolorosas
las almas, de los que iban a ser niños.
Entre tantos millones no nacidos.
Aves ciegas, errantes en la nada.
Hubo muchos, esperados con cariño.
Y ni el amor pudo salvarles la llegada.
Como en las hojas el rocío se resbala,
fueron cayendo a los huecos uterinos.
Cálido albergue, seno, mar en calma
con agua santa, era el blando nido.
Todos traían escondidas las sonrisas.
Escondidos los dones y las ciencias.
Cuántos vendrían cargando las premisas
para limpiar el mundo de inconsciencia.
Cuerpos que no llegaron a ser tales.
Rosas robadas antes de ser rosas.
Pétalos rotos esparcidos en eriales.
Almas de madres buscarán llorosas..
Las lágrimas de quienes los lloraron
rodaron a la fosa del olvido.
El dolor de las llagas que quedaron
irá llenando, en secreto, un gran vacío.
(“Aborto” es todo lo indigno y despreciable. Un mal que ampara y tutela la inconsciencia. Primer peldaño destructor de lo aceptable.Fuego infernal que derrite la conciencia.)
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